domingo, 27 de octubre de 2013

De la agroecología.

¡Hola de nuevo!

Antes de comenzar, nos gustaría recordarles que si introducen su correo electrónico en la cajita arriba de esta publicación (o debajo del título del blog), recibirán actualizaciones de cuando publicamos nuevas cosas y tal.

Gracias a los que nos han leído, hemos recibido buenas críticas, las cuales nos motivan a seguir publicando.

Nos gustaría que, si quieren o han comenzado ya a producir, se atrevan a hacer un blog para que compartan sus experiencias y asi intercambiar conocimeintos adquiridos en la práctica. Creemos que la producción de alimentos propios es algo que viene creciendo, y en escenarios socialmente hostiles compartir hace comunidad. ¿¡Y qué mejor excusa para hacerlo que comer!?

En materia. Nuestro compost.

Para los que nos leen y que apenas han escuchado la palabara agroecología, queremos contarles que el reciclaje de residuos orgánicos representa uno de sus pilares teóricos ¿Por qué? Una pequeña explicación.

La agroecología en realidad es una ciencia, que une el quehacer de producir alimentos (agricultura, ganadería) con el estudio de la ecología. Es decir, es comprender que cultivar o criar seres vivos involucra tomar en cuenta que existe un entorno (vivo -bíotico- o no vivo -abiótico-) con el cual se relacionan de forma directa, o indirecta. No se trata de nada místico ni espiritual (sobre esto voy a hablar un poco más adelante). Es estudiar la biodiversidad y su relación con el clima, suelo y agua en un ecosistema (bosque, pradera, desierto, etc.) natural, y tratar de imitar sus dinámicas en la agricultura.

Esto lleva a que se haga investigación en distintos campos para lograr comprender, por ejemplo, un bosque. Desde estudios celulares y moleculares, hasta dinámicas de poblaciones. Esta es un área muy amplia y que ha tenido un desarrollo muy grande últimamente.

Con respecto a lo que mencioné sobre la mística y espiritualidad, no hay que confundir la agroecología con esto. Sin embargo, para hacer agricultura ecológica hay muchas técnicas, muchas de las cuales se genera una relación espiritual entre el ser humano y las plantas y animales, la agricultura biodinámica por ejemplo. Son opciones las cuales se pueden escoger, y de las cuales informarse.

En la agroecología no sólo se estudia lo ambiental, el ser humano también está incluído. Por eso se habla de un equilibrio entre lo ambiental, social, económico e institucional.
Esto amplía aún más la ventana de investigación que se genera al respecto, ya que participan grupos interdisciplinarios.

Después de un poco de esxplicación, por el momento nos vamos a centrar en lo ambiental, precisamente con el compost.

¿Se han preguntado las razones por las cuales un bosque genera biomasa constantemente, y no hay nadie que les aplique fertilizantes -por poner un ejemplo tonto-?

Pues bien, una de las muchas razones es el reciclaje de materia. Los seres vivos crecen, utilizando la luz del sol (plantas, algas, bacterias, etc), o energía química (como los depredadores, parásitos, hongos, bacterias, etc.), y luego llegan a un fin. Este final de un individuo representa el comienzo para muchos otros más. En un bosque en equilibrio, este ciclo es relativamente cerrado. Pocos son los individuos que se llevan esta masa fuera. Esto es lo que permite que un bosque por sí mismo continúe.

El compostaje en nuestros cultivos, es tratar de generar de forma artifcial una imitación de lo que ocurre en el bosque. Lo que se extraiga del suelo, hay que retribuirlo. De forma errónea se piensa que si se fertiliza un suelo con fertilizantes granulados, se logra este objetivo. Es cierto que algunos de los componentes de estos fertilizantes unos los encuentra en el suelo de forma natural, sin embargo, las plantas no sólo se alimentan de minerales. El suelo posee una carga de materia orgánica que mantiene la microbiodiversidad, con la cual las raíces han evolucionado por miles de años. Es importante también restaurar la fase orgánica.

En el post anterior, les hablaba de la cepa de plátano que nos encontramos, y además de que hay un Güitite. Pues bien, nuestra atención se centró en ellos porque nos servían como fuente de biomasa (la cepa de plátano) y como sombra (Güitite) para producir compost.

Además de la parte orgánica de un compost, resulta necesaria la incorporación de materiales inorgánicos, que poseen fines que complementan la función del abono orgánico. En el siguiente post daremos los detalles de como lo hicimos (para no hacer esta entrada demasiado larga).

¡Saludos!



miércoles, 16 de octubre de 2013

De cómo comenzamos...

¡Hola hola!

He aquí como tomamos un lote baldío y lo empezamos a trabajar. Espero disfruten leyendo y sobre todo, que comenten :).

De la biomasa presente... y ausente.

El terreno es un lote residencial, el cual tenía al momento de empezar a trabajar mayoritariamente pasto, un Gütitite (http://en.wikipedia.org/wiki/Acnistus_arborescens), un árbol de mango y uno de aguacate, y una cepa de plátano y otra de bambú (que sirve de cerca).

Lo primero que hicimos fue ver qué de lo que había nos servía. Normalmente lo primero que se busca cuando se comienza a cultivar agroecológicamente es buscar BIOMASA vegetal (materia creada por plantas producto de su crecimiento). ¿Por qué? Porque se convierte en el insumo principal para realizar compost (Abono orgánico como le llaman en el bajo mundo).

Nuestra vista se fijó principalmente en la cepa de plátano (la foto muestra una cama construída y sembrada, antes no había más que pasto, pero se puede ver la cepa de plátano al fondo):

Nuestra primera impresión fue ver que esta cepa no poseía ninguna planta con frutos. Sin embargo, su valor está en toda la masa vegetal que podemos obtener de ahí para compostear. Además, dato curioso, las musáceas (plantas de la familia del banano, plátano, guineo... y sus variantes) absorben mucho potasio, por lo que sin duda, un compost hecho plantas de plátano va a tener un aporte extra (además de la melaza, como en entradas siguientes vamos a explicar).

Pues bien. ¿Alguno a macheteado un vástago -planta de alguna musácea-? Bueno, es bastante divertido. De una vez uno piensa en esto : http://www.youtube.com/watch?v=SnJt9p-sHho.  Como se dijo antes, en la siguiente entrada explicaremos como hicimos el compost.

La segunda fuente de biomasa era obvia: el pasto. Cuando tomamos las palas y comenzamos a arrancarlo, labor que de por sí había que hacer antes de arar el terreno, nos dimos cuenta de la presencia de un insecto bastante indeseable en la agricultura (pero apetecidísimo por las gallinas): el Joboto (http://es.wikipedia.org/wiki/Phyllophaga).

Básicamente descubrimos la fuente de buena parte de los Abejones de Mayo del barrio. Entonces, además de deshierba, había que des-jobotar, por así decirlo. Cada bicho que agarrábamos lo tirábamos a la calle para que se deshidratara (una buena parte los tirábamos en un hueco que había, para no exterminarlos).  El control manual fue suficiente, pues no notamos afectación por este insecto en nuestras primeras lechugas. Sin embargo, si en un futuro se vuelve un problema, existen hongos entomopatógenos (que afectan a insectos -pues se alimentan de ellos-), de modo que existen medios biológicos para controlarlos:

http://web.catie.ac.cr/informacion/RMIP/rev60/ht.pdf (en la página 4 pueden ver a un Joboto siendo devorado por el hongo Metarhizium y Beauveria. 

Siendo necio, en la siguiente entrada explicaremos en detalle como se hizo el compost. Por lo pronto, tuvimos que comprar varios sacos de abono orgánico hecho. En Ochomogo (Cartago) conseguimos un lugar en donde se consigue bien barato, y lo hacen de brosa de café. 1500 el saco de 45 kilos no está nada mal (en comparación con los que venden en muchas ferreterías, que le cobran a uno lo mismo por 2 kilos). 

Para una cama de más o menos 50 cm de ancho por 5 m de largo usamos dos sacos de compost. Podrá sonar excesivo, pero hay que considerar que la materia orgánica, y los nutrientes que contiene, son de lenta liberación. Todo va a depender de la carga de microorganismos degradadores que tenga el suelo. Si tiene poca, igualmente, una cantidad así debería de iniciar la proliferación de hongos, bacterias y actinomicetes (http://es.wikipedia.org/wiki/Actinobacteria), que serían nuestros fieles peones durante nuestra producción.

Muchas gracias por leer, y si tienen dudas o comentarios, este es su espacio. 

Recuerden que quedan lechugas (y posiblemente durante la siguiente semana). 300 colones. Lechuga roja o americana (verde). 

Si introducen su correo en la casilla que se encuentra debajo del título recibirán actualizaciones de nuestro blog, si así lo desean, no duden tampoco en hacerlo.

¡Hasta la próxima!

Andrés y Cata






¡Primeras lechugas! -Siembra de prueba-

¡Hola a todos y todas!

Queremos iniciar nuestra producción, iniciando a la vez un blog. La idea es ir publicando las novedades, como parte de la información que les queremos dar sobre los productos que eventualmente nos comprarán (☺). Consideramos importante que, a la hora de consumir algún alimento, se tenga a la mano la mayor cantidad de información sobre el producto (tengan en cuenta eso cada vez que compren en cualquier lugar).

Hace ya mes y medio que se realizó la siembra de prueba de las lechugas que en estas dos semanas vamos a tratar de vender (del 14  al 26 de octubre del 2013 -aproximadamente-).  Nuestra producción de hortalizas se basa en prácticas agroecológicas, en donde utilizamos insumos que NO representan un peligro (químico o microbiológico) tanto para el consumo como para el ambiente. En entradas posteriores ampliaremos más acerca de lo que se ha aplicado a lo que se ha producido.

Por el momento, tenemos lechuga vede y roja (a 300 colones cada una -más baratas y de mejor calidad que en el súper ☺-). Si desean comprar, se pueden comunicar con nosotros y nos ponemos de acuerdo para la entrega (usualmente las llevamos a la UCR). Recuerden que es la siembra de prueba y que sólo en estas dos semanas habrá.

Pueden escribirnos, ya sea al correo agleto@gmail.com, o bien kta8975@gmail.com, para cualquier consulta, comentario, o lo que sea. También lo pueden hacer por acá.

¡
Esperamos comunicarnos pronto con ustedes!

Andrés y Cata